Tota Pulchra
Tota pulchra es Maria, et macula originalis non es in te. Tu gloria Ierusalem, tu laetitia Israel, tu honorificentia populi nostri, tu advocata peccatorum. O Maria! O Maria! Virgo prudentissima, Mater clementissima, ora pro nobis, intercede pro nobis, ad Dominum Iesum Christum. |
Eres toda belleza, Maria y el pecado original no está en tí Tu, la gloria de Jerusalén, tú, alegría de Israel, tú, honor de nuestro pueblo, ¡Oh! María, virgen prudentísima, madre clementísima. Ruega por nosotros, intercede por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo. |
Oración.
Estamos a tus Santísimos pies, o Virgen Inmaculada, y nos alegramos enormemente contigo que desde la eternidad fuiste elegida Madre del Verbo Eterno y preservada de la culpa original. Agradecemos y bendecimos a la Santísima Trinidad, que te ha enriquecido de este privilegio en tu concepción. Te suplicamos humildemente a impaciencia la gracia de vencer este triste afecto que en nosotros ha producido el pecado original. Has que nosotros lo superemos y no dejemos de amar a nuestro Dios. Ave María.
Oremos. Oh Dios, que en la Inmaculada Concepción de la Virgen has preparado una digna morada para tu Hijo, y en previsión de su muerte la has preservado de cada mancha de pecado, concédenos también a nosotros, por su intercesión, de venir al encuentro contigo en santidad y pureza de espíritu. Por nuestro Señor.