“La luz de Cristo que resucita glorioso dispersa la oscuridad del corazón y del espíritu”
(De la liturgia de Pascua)
La historia, entonces, no termina en el sepulcro, sino que explota en el sepulcro: ¡así lo prometió Jesús, así sucedió y así sucederá! La fe es una pequeña luz, que ilumina la noche del mundo y con humildad se funde con la primera luz del día: el día del Cristo Resucitado.
¡Cristo ha resucitado! Allelulia Verdaderamente ha resucitado. Allelulia
Santa y serena Pascua de Resurrección.
Las Misioneras de la Revelación Divina