La visita esta Basílica introduce a los jovenes en el corazón de la Iglesia Católica. Hace dosmil años: en la colina vaticana, donde ahora se encuentra la Basílica de San Pedro, se encontraba entonces el circo el Emperador Nerón. Aqui Pedro, en octubre del año 64 d. C., fu crucificado con la cabeza hacia abajo, y luego fue sepultado en la Necrópolis pagana, ubicada a pocos metros del círco, en una humilde tumba en la tierra.
El Emprador Constantino, después de haber concedido la libertad de culto a los cristinos en el año 313 d.C., hizo construir sobre la tumba de Pedro una Basílica en su honor. Esta, entre los siglos XVI y XVII fue reconstruida, dando forma a la Basílica actual, meta de miles, millónes de peregrinos que vienen a honrar el cuerpo del Príncipe de los Apóstoles. Junto a aquel “cuerpo crucificado” vive el Papa, Vicario de Cristo y sucesor de Pedro; entorno al Papa se reúne la Iglesia para ser una Santa, Católica y Apóstolica.
Las Grutas conservadas en l piso de abajo de la Iglesia, pero, en el piso de arriba respecto a la Basílica Constantiniana del siglo IV, contienen, además de algunas capillas dedicadas a diferentes santos, las tumbas de reyes, reinas y papas de apartir del siglo X.