Utilizamos la misión popular como medio para despertar en las personas el deseo de Dios y mostrar a ellos la belleza de la fe cristiana. Dios desea hablar con el hombre, Él busca este dialogo y lo prepara a través de personas y circunstancias concretas.
Cada misión se desarrolla en estrecha relación con el Parroco y teniendo en cuenta la situación de cada Parroquia. Poniendo extrema atención al diálogo personal y comunitario, a través de la visita a las familias, encuentros de formación y celebraciones en parroquia.
Los momentos fuertes de espiritualidad están constituidos por: la Adoración Eucarística, Celebraciones Penitenciales, procesiones, evangelización por las calles y cineforum.
La formación
Se lleva a cabo a través de conferencias para educar a las personas a ver la Iglesia como la “Compañia fiable de amigos” (Benedicto XVI) y para ayudar a “ver” la realidad con los lentes de la fe, en el caos del relativismo. Una particular atención se reserva al contexto religioso del territorio en el cual se desarrolla la misión con respeto a las devociones y los santos, venerados en la poblacion local.
La comunidad
Cada comunidad que encontramos permanece unida a nosotros por el vinculo espiritual de la oración y para quien lo desea, aseguramos nuestra precencia a través de :
La formacion de catequistas, también a travéz de e-mail y conferencias on line.
La organización de peregrinaciones en Roma Cristiana para redescubrir las raíces y la belleza de nuestra fe.
Jornadas Romanas: encuentros residenciales para jovenciatas deseosas de conocer “las raíces de nuestra fe cristiana siguiendo las huellas de las primeras mujeres martires en Roma”se dará un particular cuidado a los momentos de estudio de la Sagrada Escritura y del Catecismo de la Iglesia Católica, y a los momentos de oración comunitaria y personal. Este tipo de experiencia tiene un impacto positivo para formar a las jovenes, a tener un sentido de donación generosa, fundamento de la maternidad ya sea natural que espiritual.
Los Oblatos de la Divina Revelación: al final de la misión, si el Párroco lo desea, y si el Señor lo permite, suscitando almas dispuestas a seguir un camino de fe permanente, se podrán constituir grupos de Oblatos de la Divina Revelación. El grupo tiene como propósito la formación de laicos fuertemente motivados por el empeño de dar testimonianza de vida cristiana, al servición de la parroquia según las exigencias litúricas y catequísticas. Las Misioneras se empeñan por su parte a cuidar el grupo, asegurandole la formación y la vida de oración, a travéz del contínuo contacto personal y on line. Donde existan condiciones, el líder del grupo de los Oblatos podrá ser el mismo Párroco o un sacerdote de la parroquia.