Las vocaciones son una iniciativa exclusiva de Dios: “No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros” (Juan 15, 16), a la cual estamos invitados a dar una generosa respuesta de amor. Mi rol en la Comunidad es tambien el de acompañarlas espiritualmente durante el proceso de discernimiento.
Muchas jóvenes estan experiementando la veracidad de las palabras que pronunció el Santo Padre Benedicto XVI al inicio de su papado: “Quien deja entrar a Cristo en su propia vida no pierde nada, nada –absolutamente nada–de lo que hace la vida libre, bella y grande. Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno.” (Plaza San Pedro, 24 de Abril de 2005). !Esta es la verdadera felicidad: comprender y vivir la volunta de Dios!
Si has sentido la gentil invitación del Señor a la vida religiosa, quizas te habras sorprendido…
Habitualmente la primera respuesta que se da a la invitación del Señor es … el miedo! Y cuando el Señor empieza a mostrarnos su voluntad, nosotras respondemos con otras preguntas …: ¿Quíen, yo? … ¿Pero si no soy tan buena, ni santa, tengo muchos defectos!”…. “Y si estuviera cometiendo un error?”. No te preocupes, porque hasta los profetas respondieron con objeciones, e incluso la Virgen Maria “quedó desconcertada” y la respuesta ha sido siempre la misma: “!No temas!”.
Con el tiempo y la oración, el miedo se debilitará y tendrás deseos de descubrir la voluntad de Dios. Esto te llevará a una paz y a una felicidad inigualable. Una joven abierta a la llamada, a dar toda su vida a Cristo, descubrirá que puede rendirse a esta irresistible invitacion que el Señor ha puesto en su corazón. “Me has seducido, Yavé, y me dejé seducir por ti. Me tomaste a la fuerza y saliste ganando”. (Jer 20,7).
Estaré encantada de ayudarte en todo lo que pueda. No dudes en contactarme si tienes preguntas y que sepas que acojo con gratitud la oportunidad de compartir contigo lo que significa ser una mujer consagrada. El Señor quiere mostrarte su proyecto de amor que desde siempre ha tenido para ti, y te dará la gracia de responder con un corazón generoso y lleno de felicidad.
En comunión con el Santo Padre, te invito a dedicar una oración a la Virgen Maria, para que en toda la Iglesia nazcan vocaciones al servicio de la “nueva evangelización”.
Madre Rebecca